4 09 2010

El día que el rol y el materialismo dialéctico se encontraron





Bas-Lag: Fantasía Trotskista

24 02 2010

Bas-Lag es un mundo de fantasía creado por China Miélville. Entre sus varios componente temáticas, estan la magia, el terror y la tecnología steampunk ¿Y eso que tiene de nuevo? Qué Melville es troskista, de hecho es miembro del partido Socialista de los Trabajadores Inglés y no le hace nada de asco a mechar sus historias de monstruos con conflictos políticos, lucha de clases y filosofía de la historia. Del mundo de Bas Lags hay tres novelas editadas Perdido Street Station (2000)  The Scar (2002) y Iron Council (2004). Las dos últimas se consiguen en castellano.  Mielville se coloca en la misma tradición de autores ingleses a la que pertenecen tipos como Michael Moorcock o el primer Terry Pratchett, críticos irremediables del denominado Epic-Pooh, o aquella fantasía condescendiente, anti tecnológica, misántropa y apolítica. En The Iron Council, la más politizada de todas las novelas de Bas Lags, un grupo de trabajadores ferroviarios toman un tren y lo convierten en una guarida socialista andante. La guerra, el shock cultura, la homosexualidad  y el imperialismo son algunos de los motores del conflicto.

Melville también participo de otros proyectos dignos de mención. El año pasado fue editor de Red Planets: Marxism and Science Fiction (2009) una interesantísima colección de ensayos que señalan nuevos límites posibles para un género tan sobrecargado de autores liberales, militaristas y conservadores.

Con respecto al rol, en el número 352 de la revista Dragon, hay una serie de artículos para usar Bas-Lag como escenario de campaña a 3.5. Además de una divertida entrevista a Melville donde habla de su amor por la creación de monstruos, este número de la dragon incluye un Gazeteer muy completo del mundo ideal para adaptar a cualquier sistema (Burning Wheel!) y una colección de monstruos con sus respectivas ilustraciones.

Y para mitad de año, la compañía Adamant Entertainment anuncio la salida de un juego de rol basado en este universo.





Potemkin

15 03 2009

El gran buque de guerra de este cuatrimestre, la madre de las discusiones en mi carrera para este año… va a ser la Ley de Radio Difusión o como es su flamante nombre «Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual» que será presentando el miércoles en La Plata, dos días después del inicio de las clases en Sociales. La elección de este momento para presentar la ley ante el legislativo no es casual, tras la derrota del Kirchenismo en Catamarca, la crisis de Gobernabilidad y el Doble Comando, y el hecatombe económico y social que se vienen para el período posterior a las, adelantadas, elecciones, el Kirchenerismo toma carrera para lanzar una trompada de mogólico a su verdadero opositor: El Grupo Clarín. O al menos esa es la perspectiva que deja clara el discurso del Gobierno.

Pero lo que me interesa o me pregunto va a ser la posición de la UBA en todo esto. El año pasado el acercamiento del Decano de Sociales, Shuster, la presidenta de la nación, CFK, en medio del Lock Out del campo fue respondido con un guiño presidencial respecto a esta Ley, de la cual Sociales y particularmente la Carrera de Comunicación viene debatiendo y críticando desde hace 20 años, que es mas o menos lo mismo desde que existe. ¿Tal vez en este contexto el prometido observatorio de medios gane ciertos protagonismo? Las agrupaciones políticas están en un debate, claro. Aunque todos sabemos la posición que va a tomar La Vallese, u Oktubre, lo que que le queda al Tren hippie-progre es difícil. Asumir la polarización que ha construido el discurso oficial y tomar un bando, o imitar a Oktubre y quedarse afuera de todo. Tal vez la rosca llegue a un nivel inuncitado, y tomar partido por alguien tenga un valor. Soñar no cuesta nada. La posición de la UBA como institución esta clara: encolumnarse atrás del gobierno y decir que si. Al fin y al cabo la ley encarna la realización de una lucha académica de la que tomaron parte la mayoría de los profesores y autoridades, dar la espalda sería un gesto de hipocrecía.

La Rosca es la verdadera madre del proyecto, y esta se sale del micro universo y la justificación académica.  Justificación que seguramente será usada por el gobierno para dar cierto marco a su discurso, años de debate, articulos, clases  servirán para fabricar el monstruo que el gobierno quiere hacer estallar en la cara del Grupo Clarín, todo por el greater good.