19 04 2009

En la emisión del viernes de DDT (Después De Todo, flamante programa en Canal 26 del ex director de Crítica, Jorge Lanata) el segmento principal fue el re encuentro entre D´Elía y Peña.

Ese primer enfrentantamiento entre D´Elia y Peña en el programa del radio del último fue tan azarosa como lo puede ser estos enfrentamientos mediáticos: ninguno de los dos esperaba que terminara como término al convertirse  en otro relato de traso grueso y caricarustesco del enfrentamiento de clases, pero tambien del rechazo de la clase media hacia el gobierno y el desmembramiento del diálogo entre  los distintos actores sociales.

El mismo D´Elia que fue tan bien definido por un amigo – parece haber sido creado en un laboratorio genético con el fin de crear el ser que mas pueda desagradar a los gorilas: es negro, gordo y tiene voz de pito- le paso el trapo en losveinteminutos que duro la charla, casi todo el programa, a un Peña que estuvo callado y trato irremediablemente de recuperar el control de la cuando alucino que el piquetero y vocero oficial del sector de ultra izquierda del gobierno lo estaba señalando para sus custodios se la den cuando termine la entrevista.

D´Elia le escupía a Peña en la cara una definición,-vos sos un transgresor de poca monta-, que un comentarista de You Tube expandía -Peña es referente de muchos mediocres e incultos boludos que necesitan a alguien «transgresor» para no parecer tan reaccionarios…o algo así.. DÉlia le sacó la careta definitivamente!-. O la chicana de -Yo te mate el Angel- que Peña se comió doblada y no respondió, y así  muchas.

Entonces, ¿qué clase de referente es Peña? o para el caso,D`Elía. ¿Qué quiso hacer Lanata con esta entrevista? La cara de ojete que tenía al final de la nota era patente, y si estuvo callado durante esos veinteminutos no fue por una aproximación polosekiana sino que el evento simplemente desbordaba toda predicción: Peña hizo el ridículo cuando entro, después se callo, puteo un poco, D´Elia quedo como un politólogo y referente intelectual de indiscutible lealtad al proyecto oficial y complemente consciente del lugar que le toca, justificando todas y cada una de sus transgresiones (desde defender al Estado de Irán a trompear gente en una marcha),posicionandose en la pantalla como un tipo con el que podes tener miles de diferencias ideológicas en incluso de método, pero al que respetas por tener los zapatos puestos y aun así ir de frente: surreal.

La nota fue divertida, seguramente, yo me reí mucho al menos. No de lo que decía Peña (que me dio vergüenza ajena) pero si con D´Elia que se permito ser serio, gracioso y hasta transgresor y mediático por momentos, de nuevo: surreal.